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La situación actual de embarazos en menores de edad es frecuente tanto en Medellín como en Antioquia, en contraste se vienen haciendo proyectos para prevenirlos en varios municipios del Departamento donde se les brinda información y capacitación.
En Barbosa se está desarrollando un proyecto de salud sexual y reproductiva desde la Dirección Seccional de Salud de Antioquia y la Dirección Local de Salud del Municipio, con el cual se está promoviendo los derechos de los niños y se trabaja en la conformación de redes constructoras de paz.
La problemática en el municipio se basó en un estudio realizado hasta agosto de este año con 122 jóvenes en embarazo clasificadas en dos grupos: uno de 9 a 14 años, en el cual se ubicaron 9 niñas y otro de 14 a 19 años, donde se ubicaron 113 jóvenes; el proyecto busca reducir estas cifras porque se tiene claridad de que en estas edades un embarazo trae consecuencias físicas, sicológicas y sociales muy lamentables.
Este proyecto es bien interesante porque trabaja con las familias, los hogares comunitarios, los jóvenes y los docentes, creando una red constructora de paz que se dedica a formar en la prevención de embarazos a temprana edad y de enfermedades de transmisión sexual, de una forma didáctica y activa, por medio de talleres y tertulias.
El proyecto en mención cuenta además con un convenio con el hospital de la localidad, para enseñarle a las maternas acerca de lactancia, crecimiento y manualidades, en el cual participan 20 adolescentes. También ha creado cuatro productos para divulgar el proyecto que son un plegable, un separador, una cuña y un programa radial en vivo.
Mediante estos proyectos se pretende también hacer desaparecer algunos tabúes que son frecuentes en toda la población en torno al tema de la sexualidad. La Sra Astrid Betancur Salinas, sicoorientadora de la Institución Educativa Manuel José Caicedo e integrante de la red de apoyo, cuenta que las madres tienen miedo de hablar de sexualidad o no abordan el tema porque creen que incitan a la proliferación de la situación; entonces no le dan mucha importancia, expresan dice la Sra. Betancur Salinas: Yo le he dado libertad, allá ella si tiene relaciones, entonces que se defienda como pueda- Con esto se está dejando que los amigos se encarguen de aclarar las dudas de sus hijas, creando así más mitos.
Tengo derechos
Se encontró el fenómeno de la joven prepago en una institución educativa del Municipio, siendo sus progenitoras, las violadoras de los derechos sexuales y reproductivos de las adolescentes, puesto que son las mismas madres las que envían a estas niñas a ejercer la prostitución para poder pagar el arriendo y los servicios; en otros casos les compran las pastillas para abortar, siendo esta una problemática mas para abordar.
Falta mucho conocimiento sobre los derechos en salud sexual y reproductiva; en la actualidad no se le prohíbe al joven tener relaciones porque tiene derecho a disfrutar de su sexualidad. El objetivo es formar para cuando se presente el momento de tener relaciones, tengan la información, la formación y la madurez para tomar una decisión sin dejarse llevar por nadie, puesto que en la mayoría de los casos los jóvenes son manipulados y presionados principalmente por sus amigos, sin tener en cuenta que tienen el derecho de decir NO, afirma Gilma Andrea Vergara coordinadora del proyecto
Los ojos de la inocencia
Catalina una niña de tan solo 13 años espera un bebé, en sus ojos todavía se percibe la inocencia, creía que nunca le iba a pasar eso a ella, aunque pensaba que quería ser madre joven pero no tanto, había empezado a tener relaciones desde los 12 años con su novio al mes de haberlo conocido, su nombre es Juan, un adolescente de 15 años con el que quiere tener un hogar futuro; son niñas que aspiran a seguir estudiando porque a pesar de lo que les ha pasado, la comunidad barboseña reconoce la importancia del estudio en la mujer; precisamente, en el caso de Catalina, su madre le dice que le va a ayudar a cursar estudios superiores.
Comenta Catalina, que muchas veces su hermana mayor le decía que si no tenía dinero para comprar las pastillas, se lo solicitara; en cambio su madre abordaba el tema de una forma muy brusca y agresiva. Por su parte, con su padre nunca ha existido el mas mínimo acercamiento. Y termina diciendo, -Yo no creía que esto me fuera a pasar-.
Cansada de vivir bueno
Andrea es una joven de 16 años, hija única, quedó en embarazo a sus 15 años. Dice que todo fue difícil al principio “ahora el bebé es la alegría de la casa, el padre del niño no responde porque no puede pero más adelante lo va hacer”.
Su madre le ha brindado mucho apoyo, aunque piensa que después de ser madre la sociedad la discrimina, empezando por la familia que la considera la oveja negra. El Colegio no deja graduar por ceremonia a las niñas con embarazo avanzado, siendo una instituciòn pùblica, y los hombres no miran de igual forma a una mujer que ha tenido un hijo.
Andrea se gradúa y piensa en seguir estudiando el año entrante administración con el apoyo de su madre, teniendo en cuenta la responsabilidad que tiene ahora -me decían que estaba cansada de vivir bueno, ahora lo siento porque un hijo amarra mucho-
¿Y quién asume la responsabilidad?
El deseo de vivir intensamente lleva a los jóvenes a tener prácticas sexuales sin necesidad de una relación estable, tampoco requieren de un noviazgo para parcharse como dicen ellas con cualquier fulano, la oportunidad se presenta en la fiesta, en el paseo. Por ello, ellas no van preparadas con el anticonceptivo y no lo exigen a su compañero momentáneo, solo quieren vivir el momento; no les interesa tener un padre para el bebé, ni miran el futuro ni las condiciones económicas en que viven. Es la madre de la niña, la que asume la responsabilidad. Estas niñas no se preocupan, no piensan en el futuro. Según Astrid Betancur este tipo de casos es uno de los más encontrados.
Los mitos juegan gran importancia en la problemática que se vive en el departamento, jóvenes como Andrea que pensaban que no se quedaba en embarazo la primera vez afirman que si han tenido información por medio de la familia y las instituciones educativas, pero que en el momento de la relación su pensamiento les quedó en blanco.
Siendo los mitos unos de los principales factores de riesgo en las jóvenes de 9 a 19 años y la falta de comunicación en los hogares, es recomendable que se brinde una educación sexual integral; donde se manejen valores, autoestima, derechos y deberes, y no sólo el empleo de métodos anticonceptivos.
Barbosa, Noviembre 2007
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